Tengo un montón de ovillos de lana de color marrón jaspeado. Es muy mala para calcetar, pero perfecta para pompones.
Después de muchas vueltas, decidí comenzar a hacer pompones y ver qué surgía.
Opté por ensartar los pompones en una varilla de estor. Se parecía mucho a un carrizo, así que me puse a hacer más.
Forré las varillas con hilo marrón y los puse en un jarrón. Rellené el jarrón con trocitos de lana marrón y, después, añadí unas pocas hojas secas para darle un toque verde.
Quedó francamente curioso y bonito.
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