sábado, 20 de febrero de 2010

Cojín de punto

Lo que terminó siendo un cojín, iba a ser una chaqueta. "La chaqueta maldita", como yo la llamé.
Mi madre se puso a hacerla. Tuvo que repetirla una y otra vez. No exagero al decir que la empezó de nuevo 6 o 7 veces, y tuvo que deshacer montones de veces. 
Cuando por fin terminó de hacer la parte de atrás, se dio cuenta de que se había equivocado en la medida (la chaqueta maldita atacaba de nuevo).
Después de mucho pensar en qué convertirla, surgió el tema cojín y me puse a ello.
Primero, cogí 2 trozos de tela malva e hice la base del cojín.
Luego, aunque el punto tenía un motivo muy vistoso, decidí ponerle unas perlitas malvas para darle un toque más atractivo todavía.
El resultado salta a la vista:


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