jueves, 22 de julio de 2010

Regalazo para mi hermano

Hace unos días fue el cumple de mi hermano. Me puse a pensar qué podía hacerle con decoupage que no llevase flores ni cosas parecidas.
Era bastante difícil, ya que al ser chico la cosa está complicada con decoupage, y no me apetecía hacerle cosas típicas con cuadros.

Como está en el ejército, le gusta mucho la bandera española con el toro, y eso escogí.
No tenía ni idea de dónde comprar papel con la bandera, así que yo misma imprimí las cositas que usé.
Para ello, compré una hoja de papel de arroz. Forré una cartulina din a4 con el papel de arroz y le puse esparadrapo para sujetarlas. Lo metí en la impresora e imprimí.
Dio bastante la lata diciendo que estaba atascado, que no había papel, etc., pero finalmente imprimió todo perfectamente.

Hacía nada que comenzara a hacer platitos de cristal, así que le hice uno y me encantó el resultado. Primero recorté y pegué el toro por la parte trasera. Luego, craquelador y pintura amarilla. Una vez seco, pinté de rojo la parte de atrás y le eché barniz cristal para que no se estropease.
Hice el jabón a juego con el platito. Rompí los bordes en lugar de recortar, para hacer efecto chulo. El papel de arroz es más duro que la servilleta, pero aún así encajó muy bien en la curva del jabón.


Le pinté unas pinzas con la bandera española, por hacer alguna chorrada... Y las metí en cajitas cerradas con una cinta de la bandera.


Le pinté unas velas de mi 23º cumpleaños. Tenían el borde en rojo, así que fue añadir amarillo y listo. Ahora su tarta será muy patriótica.



Todas estas cositas, se las envolví con cuidado y las metí en una cesta que también decoré con papel de arroz que, por cierto, no es nada bueno para usar sobre mimbre.


Y se lo dejé en su habitación para que lo viera al llegar hoy (vive fuera).
Era muy escéptico con el jabón, con usarlo, con el plato (dudaba que se lo hubiera hecho yo), pero...
Todas las cosas le encantaron, el brillo en sus ojos lo delató. ♥



viernes, 16 de julio de 2010

Platitos de madera

Me gusta mucho hacer decoupage sobre platos de madera, de esos que usamos para servir el pulpo.
Son baratos y muy fáciles de trabajar. Un buen lijado, reparar algún posible daño que tengan, pintura acrílica, servilleta, barniz y un clavito por detrás.


                             



Los dos primeros los hice para el bar de mi tía. Vi en El Paraíso de las Servilletas una servilleta con una caipirinha y no me pude resistir a comprarla, ya que en su bar hacen caipirinhas muy ricas.

La segunda servilleta con las copas de vino la compré en la tienda de mi barrio. El bar de mi tía tiene una vidriera con una botella de vino, así que pega muy bien.

Lo único novedoso para hacer los platos para mi tía fue la técnica para recortar la servilleta. La fui rompiendo con los dedos en lugar de usar tijeras, porque no tenía claro cómo recortar el motivo.
Una vez pegada, le añadí un borde dorado pintado con los dedos, y repasé con dorado la filigrana de la servilleta con las copas.

El platito de las hortensias fue para mi madre. Compré esa servilleta especialmente para ella en El Paraíso de las Servilletas también. Creo que lo único negativo fue que el color que escogí para el plato era demasiado oscuro. Para la próxima ya lo sé.

A ellas les encantaron, para no variar... :)
Besos y buen finde. ^_^

miércoles, 14 de julio de 2010

¡Mi primer abanico!


¡Cómo mola hacer abanicos! Es un proceso muy latoso, pero vale totalmente la pena.
Creo que lo peor fue recortar la servilleta ya que tiene mucho detalle, y también tener que andar separando las varillas con palillos. Tenía miedo de cargarme el abanico, cargarme el dibujo o cargarme cualquier cosa que pudiera romperse.

Al final, aunque costoso, quedó muy bien. Sólo le eché 2 manos de barniz, por miedo a que se peguen las varillas más que nada.

¡Y mi madre encantada con su nuevo abanico! ^_^


Un beso y feliz semana.

miércoles, 7 de julio de 2010

Transform

Érase una vez... Una regadera vieja y estropeada.


Pedía desesperada una renovación, ya que el paso de los años la afeaba demasiado.
Entonces, llegó un ligero lijado, unas manos de imprimación y unas capas de pintura en un color verde agua muy bonito.


La regadera, pese a estar encantada con su nuevo vestido, ansiaba complementos a juego, y llegó el decoupage.


Y colorín, colorado, ahora la regadera adorna mi balcón con su nuevo vestido.

Iba a dejarla sólo con el decoupage, pero hice un descubrimiento sin querer. Y es que había estado utilizando pintura dorada, manché la mesa y ni me enteré. Cuando estaba pintando la regadera (verde menta nº 27 de Orita) tumbé la regadera sobre la mesa y se manchó el borde del asa de dorado. Quedaba perfecto. ¡Ni hecho a propósito me habría quedado mejor!

Así que, cuando terminé de pintarla, le pinté todos los bordes de dorado (la servilleta también llevaba los bordes dorados), dándole el toque que le faltaba para que luciera preciosa.

Creo que con esta regadera aprendí a hacer decoupage al fin. También aprendí a pintar de nuevo, dedicándole mucho tiempo a la pintura, que apliqué de la manera más fina posible, capa a capa... Cuando era pequeña pintaba perfecto, cosa que olvidé con el tiempo hasta llegar a estos días, y me alegro por el resultado obtenido.

Lástima que, a la hora de barnizar, ¡me cargué la pintura! Fue la primera vez en mi vida que, al aplicar barniz cerámico, en lugar de quedar transparente me quedó amarillento. Casi me muero de la rabia.
Probé el barniz en spray y nada, amarillo otra vez. Casi me muero de la rabia otra vez. Al menos, con la goma laca y el barniz en spray solucioné un poco el asunto. Habría quedado mucho mejor utilizando barniz con pincel, pero bueno...

Y otra fotito, definitiva, con su lugar de reposo y al lado del jardín en miniatura que aprendí a hacer en inspire co.


Un beso para todas, feliz semana.

jueves, 1 de julio de 2010

Otra ronda de jabones

Y es que esto de decorar jabones es un vicio. Estos los decoré con puntos plateados porque las flores solas quedaban muy sosas, y se los di a mi tía.




El tercer jabón fue un experimento. Al sacarlo del envoltorio vi que era verde y bah... No me llamaba la atención, aparte tenía un olor muy molesto e irritante.
Así que me puse a probar a ver si se podía pintar, craquelar y demás. No me molesté demasiado en hacerlo, y quedó muy decente. Lástima el olor y el color. Al menos a mi tía no le disgustaba así que quedó encantada por tener otro más "de gratis".